Os habréis preguntado, seguramente más de una vez, cuál es la función del último agujero de las zapatillas de running o de CrossFit, ¿verdad?
Pues hoy en BodyFree os voy a enseñar de qué forma es posible usar ese agujero, el “gran desconocido”.
Antes de nada decir que ese agujero no sirve exclusivamente para las zapatillas de correr o de entrenamiento, sino que lo que os voy a explicar ahora se puede aplicar a todo tipo de zapatilla.
Es muy usual ver como las marcas de las zapatillas no divulgan la funcionalidad de ese agujero, sin embargo es crucial para mantener un tobillo firme y evitar así la probabilidad de esguinces y ampollas.
Al usar el último agujero cuando atamos las zapatillas, el ajuste del tobillo es bastante mayor y además hace que la lengüeta no se desplace a los lados (¿cuántas veces os ha pasado y qué incomodo es?).
Aquí os doy los pasos para usar ese agujero:
Primero cogemos un extremo del cordón y lo introducimos de fuera hacia dentro por el agujero de su mismo lado.
Por el momento no lo estiremos del todo, dejamos un espacio como en la foto, para que más tarde podamos usar ese hueco.
Misma cosa hacemos con el otro extremo, por lo que se va a quedar algo así:
Ahora bien, cogemos el extremo de un cordón y lo pasamos por el hueco del extremo opuesto que habíamos dejado preparado precedentemente:
Misma cosa hacemos con el otro extremo
Una vez que hayamos colocado el pie dentro de la zapatilla, cogemos los dos extremos de los cordones y los estiramos hacia los lados, ajustando así las zapatillas y poder efectuar el nudo final:
Los estiramos hacia arriba para acabar bien el ajuste y hacemos un nudo normal y corriente. Recordad de no apretarlo demasiado.
¡Ahora a disfrutar de un ajuste perfecto!