Soy el primero que peca del exceso de café. Aunque tiene múltiples beneficios para ponernos en forma, si lo usamos mal, podemos conseguir todo lo contrario. Te resumo algunos de ellos: nos ayuda a quemar grasas, contiene nutrientes esenciales, es antioxidante, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas y nos mantiene despiertos. Sobre todo esto último, y es una tentación tomarlo a primera hora sin nada en el estómago, te quiero hablar sobre esto.
Al margen de los beneficios, es una bebida muy fuerte y agresiva con nuestro estómago si no la tomamos como debemos, y no es simplemente bajando el número de tazas, tienes que saber un par de cosas para que por ejemplo, no sientas hinchazón en la tripa, como hablamos la semana pasada para identificar si tienes tripa, o una inflamación.
Hay muchísimos peligros con el café. Uno de los más importantes: consumir café en ayunas. Si lo haces, puedes desencadenar un impacto muy negativo sobre el azúcar en la sangre. Lo mejor es que tengas algo en el estómago, que haga de amortiguador. Interioriza esta norma a la hora de tomar café, porque lo que viene ahora, es mucho peor.
Más allá de las altas dosis (la media de España son 3 cafés al día) lo importante es saber cómo, y cuándo tomarlo. Descansar unas semanas de él, y volver a consumirlo puede ser una idea genial si no te notas igual de productivo en el gimnasio.
El propio sabor de esta bebida aumenta la producción de ácido estomacal lo que puede entrañar consecuencias. Una de ellas es que se irrita la pared intestinal con la sintomatología que eso supone: intestino irritable, reflujo ácido, úlceras, náuseas e indigestión, en definitiva: puedes conseguir tripa si tomas el café de mala manera.
El café también es un estimulante de la producción de cortisol. El cortisol es el culpable del catabolismo, la destrucción de músculo, y del estrés. Una mala combinación ya estés buscando ponerte en forma, tener salud, perder peso o ganarlo, hay que evitar el cortisol a toda costa.
Y más problemas de salud: presión arterial alta, pérdida ósea, diabetes tipo 2 y las enfermedades del corazón.
Evita el café torrefacto, y apuesta por invertir en un buen café que sepas que no te va a amplificar los daños como este, el café torrefacto tiene la particularidad que admite granos de baja calidad, con gran cantidad de aditivos.
Mi recomendación personal, es que busques un buen café de tueste natural, y que nunca sea lo primero que lleves a la boca, ni el recurso para cuando tengas hambre, siempre tienes que haber comido antes.
El café puede ser un gran aliado en el gimnasio, o un enemigo si no lo sabemos gestionar correctamente. Si te gusta este tipo de consejos, puedes seguir leyendo en mi blog, o empezar a ponerte en forma con mi rutina gratuita, pulsando aquí. Feliz lunes, mis Orlanders 😍