Tener unos pectorales fuertes no es tan complicado como puede parecer. Simplemente necesitas saber qué ejercicios debes realizar y cómo efectuarlos para obtener resultados. Con estas rutinas y siguiendo mis consejos seguro que lo consigues antes de los que esperabas. ¿Empezamos?
Objetivo: ¡Trabajar los pectorales!
Flexiones apoyando las rodillas
Si eres principiante en esto de hacer flexiones te recomiendo que comiences poco a poco. Un ejercicio muy sencillo para trabajar tus pectorales es hacer las flexiones apoyando las rodillas en el suelo. Como la distancia entre apoyos es menor, la carga que recibes es también menor por lo que te resultará más fácil realizarlas.
Flexiones inclinadas
Se trata de un ejercicio en el que vas a trabajar con tu propio peso. Con las flexiones inclinadas trabajarás la musculatura de los pectorales y de otros músculos como hombros y tríceps. Busca una superficie que esté elevada a una altura considerable del suelo y apoya las palmas de las manos a la anchura de los hombros. Recuerda que las piernas deben permanecer en el suelo y bien juntas, sin dejar que la cadera descienda y manteniendo contraído el abdomen durante todo el ejercicio. Desciende el cuerpo como cuando haces una flexión convencional, vuelve a la posición inicial y repite el movimiento.
Flexiones asimétricas
Las flexiones asimétricas son un excelente ejercicio para fortalecer los pectorales y los hombros y también para nivelar la fuerza en ambos brazos. Para realizarlas necesitas un step o una superficie elevada para que haya una diferencia significativa de nivel entre ambos lados. Coloca una de las manos sobre el soporte y la otra en el suelo. Empieza el movimiento bloqueando los brazos en la parte superior y bajando hasta tocar con el suelo el pectoral que esté más cerca del mismo y manteniéndote en esa posición durante, al menos, un segundo. Después vuelve al punto de partida siguiendo el mismo trayecto que realizaste en la bajada.
Flexiones con palmada
Hay muchas variantes de flexiones para fortalecer los pectorales. Dependiendo de tu forma física y de tu nivel, puedes optar por ejercicios más sencillos, o complicarlos a medida que vas evolucionando en tus rutinas. Las flexiones con palmada son una variación de las flexiones tradicionales con la dificultad añadida de dar una palmada cuando subes. ¡No olvides empujarte con suficiente fuerza para poder aplaudir mientras estás en el aire!
Flexiones Spiderman
Con ellas no sólo trabajarás los pectorales, sino también la zona del tronco. Parten de las flexiones básicas con el reto añadido de elevar una pierna y después la otra de manera lateral. Dobla la rodilla y haz un movimiento como si fueras a tocar con ella el codo. ¡Muy importante! Mantén la espalda recta y no gires el cuerpo.
Flexiones con Bosu
El Bosu es una semiesfera de látex con la que potenciarás tu equilibrio, aumentarás tu fuerza y resistencia, y mejorarás tu postura corporal. Puedes realizar diferentes tipos de flexiones empleando este accesorio. Por ponerte un ejemplo, coloca el Bosu con la superficie plana hacia arriba, pon las manos en los laterales o encima, y realiza una flexión de brazos. También puedes hacer flexiones asimétricas con Bosu, añadiendo un punto más de dificultad a las que se realizan sobre una superficie estática.
Flexiones con TRX
El TRX puede ser otro aliado a la hora de variar tu rutina de flexiones. Con este aparato lo que harás será mantener los pies en las cintas de TRX en lugar de apoyarlos en el suelo. Comienza el ejercicio con el cuerpo estirado y lo más cercano posible al suelo para, después, elevarlo a través de la acción pectoral. Una vez arriba, acerca las rodillas al pecho contrayendo el abdomen, para volver a la posición inicial y descender a la de inicio. Con este ejercicio además de trabajar los pectorales también estarás ejercitando los músculos del core.
Press de banca con barra
Es uno de los ejercicios fundamentales para ponernos fuertes ya que con él no sólo trabajamos los pectorales, sino todo el tren superior. Túmbate boca arriba sobre un banco con las rodillas dobladas 90 grados y los pies apoyados en el suelo. Coge la barra con las palmas mirando hacia arriba y separadas a una anchura mayor que la de los hombros y ejecuta las repeticiones con la cadencia adecuada.
Como puedes comprobar hay flexiones para todos los gustos y niveles. Mi recomendación es que vayas variando de rutinas cada cierto tiempo. Incrementa la dificultad a medida que evolucionas en tu progresión. Y ya sabes que si tienes cualquier duda o prefieres seguir una tabla adaptada a tu condición física y las zonas de tu cuerpo que quieres trabajar, estaré encantado de ayudarte. Sólo tienes que ponerte en contacto conmigo. ¡Juntos sacaremos tu mejor versión!