Sí, te lo confieso, a mí a veces la motivación también me falta. Hay días que apagaría el despertador, me quedaría durmiendo la siesta, o me iría a tomar algo con mis amigos antes que encerrarme en el gimnasio. Me encanta pasar mi tiempo en él pero… ¡todos somos humanos!
Para esos días en los que la pereza intenta vencerme tengo algunos métodos que quizá también utilizas tú. No estoy descubriendo nada nuevo pero a mí me funcionan y quería compartirlos contigo. ¡Estaré encantado de conocer los tuyos para ponerlos en práctica!
Motivación modo ON
Lo mejor de ir al gimnasio no es cómo entras, sino como sales. Es increíble la energía y la vitalidad que me aporta hacer deporte. Es como si dejaras todas tus preocupaciones en la puerta y… ¡te sientes como nuevo! Cuando tengo pocas ganas pienso en cómo me encontraré dos horas después así que cojo la mochila… ¡y a disfrutar!
Acepta la realidad
Hay quienes abandonan el deporte porque no ven los resultados esperados. Sus objetivos pueden ser ganar músculo o bajar de peso pero pasan los días y se siguen sintiendo igual. Hay que ser conscientes de nuestras circunstancias y marcarse objetivos realistas. ¿Estás cuidando tu alimentación? ¿Te has marcado metas alcanzables? ¿Mi consejo? Persevera. Sé constante y esfuérzate. Si fuera fácil todo el mundo lo haría. Es imposible que cambies tu cuerpo en unos días, pero te aseguro que si te mantienes firme notarás la repercusión de tu trabajo. Y si necesitas ayuda porque crees que tú solo no puedes, ponte en contacto conmigo, ¡yo siempre estaré a tu lado para animarte!
Motivación: una vida más sana
¿Eres de los que piensan que para qué ir al gimnasio si estás en tu peso o te encuentras en plena forma? No lo dudo, pero la práctica de ejercicio es fundamental para llevar una vida sana y equilibrada. Si no quieres moldear tu cuerpo hazlo por tu salud y por tu futuro.
El gimnasio, mejor con amigos
Todo en la vida es mejor cuando lo compartes con amigos, así que el deporte… ¡también! Y además es una excusa perfecta para levantarte del sofá y calzarte las zapatillas. Cuando no te apetezca nada ir al gimnasio siempre tendrás a alguien a tu lado que tirará de ti, ¡y a la inversa! Si eres de los que suele hacer deporte solo, te lo recomiendo. Es una ocasión perfecta para veros, compartir un rato juntos y… ¡tener un motivo para ir después a ‘reponer energías’!
Márcate pequeños objetivos
No nos engañemos. En mayor o menor medida todos somos competitivos con nosotros mismos y nos gusta saber que estamos progresando. Puede que hoy solo levantes 5 kilos y con esfuerzo. Proponte llegar a los diez. Intenta correr más kilómetros, aumentar tu flexibilidad, incrementar el número de repeticiones de tus ejercicios… Márcate pequeños objetivos y ve a por ellos. Cuando los vayas consiguiendo te sentirás enormemente satisfecho.
La música, tu mejor compañera
No hay nada que dé más energía que tu canción preferida sonando a todo volumen en tus oídos (a no ser que sea una balada, claro). Cuando te fallen las fuerzas, cuando tu ritmo baje, ponte ese tema que te levanta, te pone de buen humor, y te anima a dar lo máximo de ti mismo. A mí por lo menos… ¡me funciona!
Todo trabajo bien hecho se merece un premio
Si nada de lo que ya te he comentado ha surtido efecto, prueba a darte una pequeña recompensa al finalizar tu entrenamiento. Si has conseguido tus objetivos permítete un capricho, es algo que tu cerebro agradecerá y que te motivará a seguir persiguiendo tus metas y mejorar cada día.
Beneficios de hacer ejercicios
¿Todavía no te he convencido? Hacer deporte sólo te va a aportar beneficios. Seguro que ya eres consciente de muchos de ellos pero, para recordártelos, te los enumeraré… ¡por si acaso!
Dirás adiós al estrés y la ansiedad porque el ejercicio, al ser un tranquilizante natural, reduce las tensiones.
- Aumentarás tu autoestima al ver cómo mejora tu cuerpo ya que estarás liberando hormonas y toxinas.
- Tu metabolismo… ¡se acelerará! El ejercicio no sólo quema calorías, también favorece la formación de músculo y acelera el metabolismo.
- Mejorarás tu vida sexual porque estarás lleno de energía, fuerza y flexibilidad.
- Tendrás una salud mucho más fuerte lo que hará que tu calidad de vida se vea beneficiada. Tu corazón te lo agradecerá y, además, estarás previniendo la osteoporosis.
- Reducirás la posibilidad de tener diabetes porque cuando se hace ejercicio no sólo se queman grasas, sino también azúcar.
- Te sentirás mucho más joven ya que cuando hacemos ejercicio el corazón y los músculos se fortalecen y se retrasa el proceso de envejecimiento.
- Tendrás menos probabilidades de padecer cáncer.
- Aumentará tu capacidad mental. ¡Y no lo digo yo! Hay investigaciones científicas que demuestran que la concentración y la memoria mejoran cuando una persona se mantiene activa.
- Tu humor mejorará.
Escoge tu razón, busca tu motivación y… ¡levántate! Y si no sabes por dónde ni cómo empezar, búscame. ¡Estaré encantado de sacar tu mejor versión!