Hola mis Orlanders, ¿qué tal, cómo estáis? Hoy quiero profundizar a raíz de muchos comentarios negativos que recibo últimamente por los mensajes privados (y púbicos, pero hay más cobardes que valientes) en Facebook, con críticas por entrenar al colectivo LGTBI+
Para muestra, os dejo una de las últimas perlas que me soltaron, a raíz de una foto con muchos de mis alumnos, dónde explicaba lo que hay detrás de ese cambio, y algunas estadísticas que mostraban dificultades añadidas al ser LGTBI+, intentaron ridiculizar las estadísticas que reflejan, nuestra mala relación con el deporte:
Cuando la intolerancia al colectivo LGTBI+ parece que poco a poco va desapareciendo, aparecen comentarios que demuestran la total falta de empatía con nuestra relación con el deporte.
El 64% del total del colectivo LGTBI+ (todos los géneros) no tienen la suficiente actividad física.
Del estudio “SPORT, PHYSICAL ACTIVITY & LGBT A Study by Pride Sports for Sport England” se sacan muchas conclusiones objetivas que lejos del victimismo, enseña por qué realmente, tenemos un problema con la actividad física, la salud y los hábitos alimenticios en comparación con la población heterosexual.
Y más que una cuestión de elegir con quién se mete en la cama uno, tiene relación con esa sensibilidad, estilo de vida diferente, que nos hace únicos respecto al resto de la población heterosexual, hay diferencias principalmente emocionales, que transforman nuestra relación con el deporte a una relación tóxica.
Dónde muchos la asocian a cosas negativas que se arrastran hasta hoy, evitando cualquier esfuerzo físico, desencadenando en problemas de salud o de autoestima.
El 55% de la población LGTBI+ (hombres) no tienen la suficiente actividad física VS solo el 33% de la población masculina heterosexual.
Yo lo veo cada día con mis clientes. Estos estudios están genial para ver la brecha en el deporte tan grande que existe, y en la mayoría de casos, es únicamente por problemas emocionales, como arrastrar ese odio al deporte, porque en el colegio no te estaban enseñando cómo es el deporte de verdad, simplemente tenías que jugar al fútbol, o irte con las chicas.
Es mi caso, y en ese momento, me llegan a decir que iba a ser entrenador personal, y no me lo creo.
Es un problema de enfoque, y de ver el deporte desde una visión sesgada, deporte para chicos, deporte para chicas, el deporte es para todo el mundo, pero el tratamiento para ayudar a alguien a conseguir todo lo que se merece, a través del deporte y de una vida sana: si debe ser específico.
Por eso he elegido ayudar a este colectivo, porque sé que no lo hemos tenido fácil, y siempre es más fácil que una persona afín a ti, que ya ha pasado por lo mismo que tú, te ayude de una forma comprobada y fácil.
Quizás otra causa con la que veas el deporte con malos ojos, no se remonta a causas del pasado como en el colegio, sino a causas actuales.
“Me da vergüenza estar en un vestuario lleno de hombres y que se me vea la pluma al ejercitarme”
Inseguridad. Hoy en día, al entrenarnos en casa, evitamos relacionarnos y sentirnos vulnerables, pero en un entorno dónde nos relacionamos, como en el gimnasio, dónde ya conocemos el perfil típico, y la masculinidad negativa, que a muchos nos puede repeler, y por tanto, perder una herramienta tan útil como esta, el gimnasio.
Reconciliarnos con el deporte, va más allá de ser fuerte y saber sentirte seguro en un entorno hostil, se trata de saber qué es lo mejor para ti: usar el deporte para mejorar nuestra vida y cambiarla, teniendo una mejor salud, estado de ánimo, con el que podremos conseguir todo lo que nos propongamos en la vida.
Aunque las claves para sobreponerte a todas estas inseguridades, es muy diferente, somos un colectivo, pero cada uno tenemos nuestras particularidades, es por eso que me he decidido a lanzar mi plan de entrenamiento post-desescalada.
Para sentirte seguro haciendo deporte, y que esa vuelta al gimnasio, entrenando primero desde casa o en la calle, no sea tan dura. Porque, quitar bloqueos mentales, y motivarte como nunca con este plan, es posible.
“Yo veo a los típicos mazados que usan esteroides ¿cómo es que tenemos mala relación con el deporte?”
Reconozcámoslo: nuestro colectivo también es tremendamente superficial en este sentido, muchos nos podemos sentir atraídos por un físico musculado, y hay una sobreexposición de estos perfiles LGTBI+ que usan esteroides, pero es una minoría respecto a las personas que o bien no entrenan, entrenan, o se cuidan un poco más.
Analizando a este perfil, ha conseguido que muchas personas que han decidido dar el paso de entrenar, por los motivos equivocados, como usar esteroides, están perdiendo su salud, y aumentando la motivación por la que hacen deporte: los demás.
Porque en nuestro pasado, también muchos nos sentíamos inseguros por tener esta visión, de estar pensando más en los demás que en nosotros mismos.
Esto me ocurría a mi, por ejemplo, al correr. Se me notaba un poco de pluma, y evidentemente, en Italia por aquél entonces todo estaba súper atrasado, y en vez de pensar en la actividad, en correr, estaba pensando en la reacción de los demás al verme.
No estaba pensando en mi, no me estaba queriendo, ya estaba agobiado nada más empezar a mover las piernas, pensando en el qué dirán.
Con el tiempo aprendí a hacer las cosas bien con un entrenador personal, y entendí que llevaba media vida avanzando en la dirección equivocada, por eso quiero repetir ese mismo proceso con todos vosotros, los cambios físicos tienen que comenzar desde la mente, si no, no serán sostenibles, o incluso puede que ni lleguen.
Una persona hoy en día con tanta información contradictoria, puede aprender, pero tardando años, yo quiero hacértelo fácil: pulsa aquí para dar tu primer paso con este plan de entrenamiento: especial desescalada.